Las estanterías y las librerías abiertas en la decoración de nuestro hogar cobran protagonismo en los tiempos que corren. Cada estante es un mundo lleno de posibilidades decorativas y decorarlos con gusto puede llegar a ser todo un arte.
No es una tarea sencilla, así que prestémosle la atención que se merecen, y detengámonos primero que nada a pensar en qué estilo decorativo encaja más con nuestra personalidad o con el resto de decoración de nuestro hogar. Y después, sin perderlo de vista, sigamos algunas pautas como las que os mostramos a continuación, a la hora de elegir los objetos y elementos decorativos.
EQUILIBRIO
Hemos de buscar el equilibrio. No cargar demasiado una parte de la estantería y dejar otra parte vacía. Debemos perseguir el equilibrio óptico y repartir el volumen a lo largo de la estantería para obligar al ojo a saltar de una balda a la otra.
No debemos de colocar más de un objeto llamativo por balda, para no sobrecargarla. Estos serán los elementos que coloquemos primero y que nos servirán de base para completar nuestra obra de arte.
COLOR Y FORMAS
Elige una paleta de color. Puedes elegir entre tres y cinco colores pero debes mantenerte fiel a ellos a la hora de adquirir los elementos decorativos.
Podemos combinar todo tipo de objetos con formas, materiales y alturas distintas. Pero debemos rehuir del orden excesivo y de la equidistancia y tratar de crear mini bodegones agrupando objetos.
En estos bodegones, sería conveniente agrupar objetos de varias alturas. La regla del 3 sería ideal: tres objetos de tres alturas distintas.
También podemos jugar con la profundidad. Si tu estantería te lo permite, puedes colocar los objetos más grandes detrás y los más pequeños delante, pero recuerda no saturar el espacio.
OBJETOS
Podemos poner libros pero no sólo en vertical, combinar algunos en horizontal le aporta movimiento al resultado. Si no tienes muchos libros para colocar, puedes optar por colocar alguno de frente. Incluso los podemos colocar al revés, ocultando sus cantos de colores y mostrando el canto de las hojas para lograr uniformidad.
Entre los objetos a colocar, no pueden faltar elementos naturales, como plantas o flores, velas, o cestas de fibras vegetales. Un toque de verde o un toque de naturalidad alegran siempre cualquier espacio.
Los marcos de fotos y las láminas decorativas también tienen cabida en las estanterías, aunque si son voluminosos debemos huir de colocar varios elementos de las mismas longitudes pegados, para evitar crear un efecto plano y aburrido.
Evita poner muchas cosas pequeñas, perderán su presencia individual y puede parecer que el espacio está desordenado. Se pueden usar bandejas y libros dispuestos de forma horizontal para juntarlas visualmente.
Si queremos archivar revistas o documentos, las cajas de archivo pueden ser un buen aliado. Las hay de todos los colores y formas, aunque eso sí, elige un modelo y emplea siempre el mismo para guardar la coherencia.
También podemos iluminar la estantería colocando algún punto de luz tenue o cálida en alguna balda.
EL ENTORNO
Por último, y no menos importante, no olvidemos el entorno. Si la estantería es bajita, podemos acompañarla de una obra de arte, un espejo o algún adorno de pared. Si en cambio es alta, colocar una alfombra, una butaca y una lámpara de pie junto a ella, así como una planta grande, harán que el rincón elegido para nuestra estantería sea un rincón de 10.
Hoy día podemos encontrar en el mercado todo tipo de estanterías que por sí solas son ya elementos decorativos, como es el caso de las estanterías de diseño italiano que puedes encontrar en Ángel Cerdá. Si a ello le sumas estas pautas de decoración que hemos visto y elementos que te encanten, seguro que no te equivocarás.